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Dos bandas chilenas que buscan darse a conocer:
Kubalú y BlackXnighT: LA DICOTOMÍA DEL CAMINO HACIA LA MÚSICA
Dos grupos con distinto estilo musical y procedencia, pero con similares dificultades al momento de difundir sus creaciones.
Por María Cristina Romero
Kubalú y BlackXnighT, dos jóvenes bandas emergentes, buscan abrirse paso en el difícil camino hacia la gloria y llegar a ser reconocidos en el país. A pesar de todos los impedimentos contra los que éste tipo de grupos deben luchar , la procedencia de los integrantes de las bandas, su nivel educacional, la situación económica de sus familiares, el círculo social en el que crecieron y en el que actualmente se desenvuelven, son factores que pueden determinar si alcanzarán o no el éxito.
La industria musical chilena en los últimos tiempos se ha visto invadida por un sin número de bandas parecidas a éstas, formadas en su mayoría por jóvenes, ya sea por grupos de amigos, o simplemente por gente que teniendo en común la pasión por la música, emprenden un proyecto con la ilusión de llegar a ser reconocidos.
Kubalú integrada por Juan Pablo Guzmán (voz y guitarra), quien estudió música y vive en Pirque, José Luís Leria (batería), técnico en sonido de la comuna de la Reina e Igor (bajo), sociólogo residente en Ñuñoa. Esta banda fue creada en el año 2000, por Juan Pablo y José Luís y bautizada originalmente con el nombre de 360 grados. Con el ingreso de Igor a la banda, tras la salida de Mauricio Riquelme, antiguo bajista, deciden dar un giro y empezar de cero. No sólo cambian su estilo musical, pasando de rock-punk a rock-pop, si no que además el nombre de la banda.
BlackXnighT la integra Camilo (baterista), quien en estos momentos realiza un preuniversitario, Diego (bajista), que cursa cuarto medio, Vito (voz), estudiante universitario y Toño (guitarra), quien el año pasado salió de cuarto medio y a veces trabaja como sonidista de distintas bandas. Estos cuatro jóvenes de la comuna de La Pintana, crearon su grupo de hardcore screamo melódico, con matices de metal-core durante el 2004 y -al igual que Kubalú- sufrieron la perdida de su ex bajista Christopher, quien abandonó el grupo para dedicarse cien por ciento a su trabajo y así sustentar a su familia.
“CON DINERO BAILA EL PERRO”
Y es que dedicarse a la música en Chile no es una tarea fácil. Ganar un espacio en el mercado requiere tener no sólo fanáticos y buenos temas, sino que también de dinero. Por ejemplo, grabar un disco de manera independiente requiere de un presupuesto aproximado de 400 mil pesos, aunque también hay variaciones, de acuerdo a la calidad de los implementos y las condiciones con las que cuente el estudio de grabación.
Juan Pablo, de Kubalú, recuerda que cuando el grupo aún se llamaba 360 grados gastaron nada menos que un millón y medio de pesos para grabar el que hasta ahora es su único disco, titulado Despertar. El vocalista reconoce lo difícil que es realizar un registro, y más aún si no se tiene el apoyo de un sello discográfico, en otras palabras “aunque hoy en día hay muchos estudios y más tecnologías, es caro, pero afortunadamente pudimos costearlo”.
Sin embargo, los grupos como BlackXnighT, que no tienen forma de reunir cantidades tan altas de dinero, se las tienen que ingeniar para producir su propio material. La única experiencia –“más seria”- con las grabaciones la tuvieron con su demo Buscando un Final –que incluye cinco temas- y que fue grabado en el mismo lugar en el que realizan los ensayos, la casa de Toño.
La producción del demo fue costeada exclusivamente por ellos. Como dice Diego, “hicimos las monedas” a base de mucho esfuerzo y privándose de hacer otras cosas. Pero los costos son elevados y la idea de acceder a una grabación profesional permanece como un sueño casi inalcanzable.
Los videoclips se han convertido en otra de las formas en las que los grupos pueden difundir sus producciones. Si bien hacer un video no es tan costoso como un disco, implica un gasto de dinero que difícilmente recuperarán. Los integrantes de Kubalú decidieron probar esta fórmula de promoción y realizaron su propio videoclip, basado en la canción Sólo quiero escapar, también de 360 grados. El costo de realización de éste alcanzó alrededor de 100 mil pesos.
Aunque la cifra no es tan grande, para grupos como BlackXnighT resulta difícil de reunir. Sus integrantes afirman estar trabajando en la grabación de un video, aunque entre risas, dicen que tampoco es algo tan serio ni en un formato profesional, ya que el dinero no les acompaña. Un elemento que complica aún más su camino hacia el éxito.
SIEMPRE HAY ALGO EN COMÚN
Pero a pesar de las diferencias de recursos, estas bandas tienen muchas cosas en común. Sin un sello discográfico que maneje sus carreras y se encargue de la publicidad, tienen que recurrir a páginas en Internet para autopromocionarse. Allí suben sus temas, videos e informan a sus seguidores de las próximas tocatas que realizarán. Dichos eventos, muchas veces son realizados por varias bandas -en la misma ocasión y recinto-, y como dice José Luís, de Kubalú, “algunas veces no llega toda la gente que esperamos y el dinero que reunimos no alcanza ni para recuperar lo que gastamos”.
Juan Pablo, de Kubalú, cuenta que “hemos tocado con distintas bandas y durante las tocatas compartimos los equipos con algunas bandas que no disponen de los mismos recursos que nosotros”. BlackXnighT ha tocado en colegios y locales; les ha ido bastante bien, pero dicen que “siempre resulta complicado acceder a estas oportunidades”.
Si bien los miembros de Kubalú al momento de crear sus temas no se dejan influenciar por otros artistas, sino que escuchan y ven lo que pasa a su alrededor y luego lo expresan, reconocen ser fans de ciertos grupos. A Juan Pablo le gustan Los Bunkers y Chancho en Piedra y desde pequeño The Ramones y Sex Pistols. Igor es caracterizado por sus compañeros como el depresivo de la banda y un admirador de los neoyorquinos de Interpol.
A su vez, BlackXnighT se basa en bandas similares a Verguenzajena, al momento de componer, pero más que nada dicen que lo suyo es una mezcla de estilos: un poco de aggro, metal-core y hardcore melódico. Y a la pregunta planteada sobre sus bandas preferidas, Toño responde con orgullo que es un fanático de BlackXnighT.
La música y los músicos de Chile, fueron catalogados tanto por Kubalú como por BlackXnighT, de alta calidad. Para ellos lo que falta son oportunidades y no talento.
En este contexto, el vocalista de Kubalú propone que “para que las bandas emergentes logren abrirse paso, es necesario del apoyo gubernamental y además es imprescindible que los grupos aprendan a autogestionarse”. Los muchachos piensan que debido a este desesperanzador escenario, lo mejor es irse al extranjero.
Toño de BlackXnighT, manifiesta que la música chilena es “buena, mucho mejor que la extranjera” y Diego agrega que “en Chile, no le dan tanta importancia a las banda emergentes como en otros países”.
Como muchas personas, los integrantes de las bandas tienen conflictos entre ellos, pero en estos casos son por problemas menores, nada que no se pueda solucionar, que afecte totalmente la relación o que acabe con las expectativas que tienen como grupo.
Kubalú y BlackXnighT, si bien son grupos que tienen ciertas diferencias, están unidos entorno a un mismo sueño y siguen diversos caminos para lograrlo. Mientras Kubalú espera a futuro tener un contrato y hacer giras por el mundo, poder vivir tranquilos y de su arte, por su parte, los integrantes de BlackXnighT quieren grabar un disco y seguir componiendo temas, porque comparten la esperanza de que pase lo pase, seguirán juntos por mucho tiempo más.
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